domingo, 21 de junio de 2015

ULTIMAS DE SAN CRISTOBAL



TONINA. MUNICIPIO AUTONOMO DE CHIAPAS. E.Z.L.N.


Toniná (La casa de piedra o El lugar donde se levantan esculturas en piedra en honor del tiempo). Joya arqueológica maya.




Desde antes de comenzar el viaje  yo quería volver a Toniná, ya la conocía de hace algunos años pero lo que vi aquella vez me maravillo tanto que quería volver. Aquella vez fue Luis quien me recomendó que visitara ese punto en el municipio de Ocosingo, así que en julio de 2013 con mi amigo Paco lo hicimos. Pero en esta ocasión yo quería volver pues aparte de ser una joya de la civilización maya, también su entorno me interesaba mucho,  pues Ocosingo es un lugar histórico para el movimiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (E.Z.L.N) y donde yo esperaba encontrarme con platicas y experiencias relacionadas con ese tema.
Así que el  fin de semana pasado vino a visitarnos Mariana quien vive en Tuxtla, una amiga de toda la vida pues nuestras familias son muy cercanas, aparte de traernos muchos regalitos y cosas interesantes de comida, también estaba lista para ir a conocer las ruinas, Luis decidió no ir pues el ya conocía ese sitio y  prefería quedarse a hacer otras cosas. Así que el pasado domingo 14 de junio salimos temprano rumbo a la terminal de los colectivos (como se les llama a las combis de pasajeros) para tomar uno rumbo a Ocosingo. Después de dos horas de trayecto en un camino hermoso que me hacía pensar que estaba en otro país, llegamos a Ocosingo, el chofer nos bajó unas cuadras antes  y de allí comenzamos a bajar una colina hasta que llegamos al templo, una iglesia blanca sin muchos detalles por fuera, pero por dentro un estilo muy particular, pues toda la decoración estaba hecha en base a una gran cantidad de piedras  pequeñas de distintos tonos, cuando entramos estaban en medio de misa de doce, y dicha ceremonia católica era en Tzeltal, dialecto de las personas de esa zona.  Salimos del templo y continuamos nuestro trayecto hacia el mercado de donde salía la combi que nos llevaría hasta la zona arqueológica de Toniná.
Después de menos de quince minutos de recorrido llegamos a la zona, al bajarnos de la combi se sintió algo de calor y fue por eso que decidimos adentrarnos primeramente al museo. El museo consta de dos salas no muy grandes, pero con unas piezas muy interesantes y muy bien conservadas, la señora encargada del museo nos comentó que todas las piezas que allí se encontraban eran originales y encontradas en el sitio, con excepción obviamente de las maquetas y dibujos de los murales usados para explicar algunos conceptos importantes que uno se encuentra en el recorrido. 
Al terminar la visita al museo,  comenzamos a caminar, a medio sendero hay un punto desde donde se alcanzan a ver la cima de la pirámide y desde donde se lee en un letrero negro con rojo: “PUEBLO DE TONINA. MPIO AUTONOMO DE FRANCISCO GOMEZ. CHIAPAS, MEXICO. E.Z.L.N”, después de admirar unos segundos la vista continuamos con nuestro recorrido. Al llegar de lado izquierdo se encuentra un juego de pelota con algunas esculturas incrustadas, una de ellas de una mujer inclinada, y otras de serpientes. Pero cuando volteas al lado derecho te sorprende lo que ves, una inmensa pirámide la cual ha sido considerada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como una de las más grandes de Mesoamérica, incluso más grande que la pirámide del Sol en Teotihuacán, la cual consta de varias plataformas que se fueron construyendo con el paso de distintas generaciones y que  según nos explicaron cuenta con más de doscientos sesenta escalones. Pero para subirlo tienes dos opciones puedes subir por afuera tomando los escalones o puedes irte por dentro de la pirámide hasta más de la mitad del trayecto, dicho camino cuenta con pasadizos, cuartos y laberintos que te van sacando a distintas secciones donde se pueden ver murales esculpidos de un alto contenido artístico y cosmogónico de la cultura maya. Algo muy interesante es que toda la construcción está hecha en base a losas de piedra planas y alargadas las cuales van apilando una a una hasta formar una inmensa construcción, la cual era en si toda una ciudad, una especie de edificio prehispánico. Conforme vas subiendo comienzas a notar a los cuatro puntos cardinales que el paisaje es maravilloso y único pues Toniná se encuentra en el paso de tierras altas y bajas de Chiapas. Para llegar a la parte más alta es necesario escalar los últimos escalones pues son bastante pequeños e inclinados,  el vértigo de la altura juega un papel muy importante pues al combinarse con la adrenalina y el paisaje  terminan por convertirse en una experiencia única. 


Cuando bajamos de la ruina, caminamos un poco por la zona para admirar la naturaleza donde pudimos ver zopilotes volando, nidos de aves llamadas zacuas, árbol serpiente, y muchos tipos de flores, mucha de esta información no la dio el policía encargado de la zona. Posteriormente regresamos a la puerta por nuestras mochilas y regresamos al pueblo donde comimos un caldo de albóndigas en el mercado, allí la gente era extremadamente educada, incluso la gente que pasaba caminando nos deseaba buen provecho.
Después de tomar un taxi de regreso, llegamos bastante cansados pero sabiendo que  habíamos tenido un día magnifico, aunque la verdad me quede con ganas de tener más información sobre el movimiento zapatista, pues casi todas las personas evadían las preguntas y solo las señoras del mercado nos dijeron que los zapatistas cuando los andaban buscando se refugiaban en el templo pero sin saber más detalles al respecto, pero sobre Toniná solo me queda recordarla como lo que es, una verdadera joya de la civilización maya.

Escrito por David Herrera González.
18 de Junio de 2015.



 

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