lunes, 15 de junio de 2015

Nunca se está preparado para una locura.‏



Nunca se está preparado para una locura.‏

Nunca se está preparado para una locura de esta naturaleza.
Me llamo David Herrera, y junto con mi amigo de la infancia Luis Romo, llevamos alrededor de dos años planeando esto; y hoy a un día de comenzar me siento tan extraño, como inseguro, como si realmente no lo quisiera realizar, dudando del "gran sueño de nuestras vidas" como llegamos a definirlo hace no  muchos meses pero es que hoy a un día de comenzar el viaje, es cuando más he tenido ganas de abandonarlo, pero creo que desde hace tiempo, esa idea me hizo ser quien soy en estos momentos muchos de mis actos estaban definidos de antemano por este viaje.

Nunca se está preparado, ni siquiera teniendo 2 cajones llenos de cosas que desde hace 6 meses se me ocurrían para la aventura, ni las innumerables listas de cosas por hacer de los últimos días, que aunque ya tienen casi todo tachado, aún mañana  quedan actividades por hacer antes de partir. 

El estar a un día de partir me pone demasiado melancólico, tanto que a veces me cuesta trabajo pensar en que es real, en que si me voy, en que no solamente es un sueño guajiro, pero no lo es, mañana partimos, yo pensaría que mañana es un lunes común y corriente, listo para comenzar una rutina más, pero oh sorpresa la rutina cambia, no son 360 grados, pues son varias vueltas, cambio de rutina para determinar el vivir sin una rutina (suena confuso, no?) 

Las despedidas son frías en algunos casos pues no puedo creer que ya no los voy a ver, y en otros casos simplemente son tristeza, añoranza de algo que apenas va a pasar, ese saber que vas a extrañar a alguien. No soporto ver llorar a alguien de mi familia, y últimamente he visto lágrimas de cocodrilo y de florecitas hermosas, y me parten el corazón, he visto lagrimas secas por el dolor de pierna de mi hermano, y no me quiero ir, no quiero dejar mi vida, pues es bastante buena, pero hace tiempo tome una decisión, era la de hacer un viaje por Latinoamérica con mi amigo Luis, para tratar de llegar hasta Argentina,  y ahora no recuerdo que fue lo que me hizo pensar en esta locura como la mejor opción y ahora se volvió algo personal, hay un cierto orgullo propio con un yo interior que te dice tu anduviste de presumido contigo mismo, ahora te tienes que atrever. 
Hoy platique con Luis, los dos nos sentimos raro, noté en sus expresiones que el también piensa en la rutina de un lunes normal,  también creo que le está costando mucho trabajo el tener que dejar su vida , pero creo que él también lo hace por orgullo propio de un yo interior que quiera algún día decir, ya cruzamos Centroamérica, que quiere un día subirse a lo más alto de Machu Pichu, que quiere tomar un maté, y finalmente encender un cigarrillo en Tierra de Fuego, creo que no suena mal, pero estos días es difícil ver esa posibilidad cuando estas a punto de darle una tajada a tu realidad. 

David Herrera González.
18 de mayo de 2015.

No hay comentarios:

Publicar un comentario